¿Eres un bolsista? Comprender la psicología de mantener inversiones perdedoras

¿Alguna vez has comprado una acción o un ETF convencido de que se dispararía, para luego ver cómo su valor caía en picado? Si es así, no estás solo. Muchos inversores se encuentran en esta situación, conocidos como Bolsistas.

Un «Bolsista» es alguien que se aferra a una inversión perdedora con la esperanza de que acabe recuperándose. A menudo se les califica de testarudos o irracionales, pero lo cierto es que el mantenimiento de la bolsa es un fenómeno psicológico complejo.

En esta entrada del blog, exploraremos la psicología de la tenencia de bolsas y ofreceremos consejos para evitar esta trampa tan común.

La expresión «aguantar la bolsa» tiene su origen en la Gran Bretaña del siglo XVIII y desde entonces se ha convertido en un término popular en todo el mundo. En su contexto original, la expresión «aguantarse con la bolsa» se refería a una persona que se quedaba con bienes robados y, en consecuencia, era culpada por las autoridades mientras el resto de la banda criminal conseguía escapar.

¿Por qué la gente se convierte en bolsista?

La tendencia a aguantar la bolsa puede atribuirse a varios factores psicológicos, como la falacia del coste hundido, el sesgo de confirmación y la aversión a la pérdida.

La falacia del coste hundido se produce cuando alguien sigue invirtiendo en un activo perdedor porque ya ha invertido mucho dinero en él. En otras palabras, no quiere admitir que ha cometido un error, por lo que sigue invirtiendo con la esperanza de recuperar tus pérdidas.

El sesgo de confirmación es la tendencia a buscar información que confirme las propias creencias ignorando las pruebas contradictorias. Es posible que los bolsistas sólo presten atención a las noticias positivas sobre su inversión y desestimen los informes adversos.

La aversión a la pérdida se refiere a la tendencia a sentir más dolor por perder que placer por ganar. Los bolsistas pueden ser reacios a vender su inversión porque no quieren aceptar la pérdida.

Cómo evitar convertirte en un Bolsista:

Si te preocupa convertirte en un Bolsista, hay algunas cosas que puedes hacer para protegerte:

  1. Tengas un plan: Antes de invertir, fíjese un objetivo claro sobre lo que quieres conseguir y cómo lo logrará. Disponer de un plan puede ayudarte a evitar decisiones impulsivas basadas en las emociones.
  2. Investigas: No te fíes únicamente de los rumores o del bombo de las redes sociales a la hora de tomar decisiones de inversión. Tómate el tiempo necesario para investigar la empresa, tus datos financieros y su sector.
  3. Diversifique tu cartera: No pongas todos los huevos en la misma cesta. Diversificar tu cartera puede ayudarte a minimizar el riesgo y evitar pérdidas catastróficas.
  4. Reduzcas tus pérdidas: Si una inversión no está rindiendo como esperaba, no temas reducir tus pérdidas y seguir adelante. Aferrarte a un activo perdedor puede costarte más a largo plazo.

Aguantar una bolsa puede ser una trampa tentadora para los inversores, pero es esencial reconocer los factores psicológicos en juego y tomar medidas para evitarlos. Teniendo un plan, investigando, diversificando tu cartera y recortando tus pérdidas cuando sea necesario, puedes protegerte de los efectos adversos de mantener una bolsa. Recuerdes que invertir es un maratón, no un sprint, así que seas paciente y mantenga la disciplina.