Artículo escrito por Tiaan van Aswegen, analista de mercados financieros de Trive
A medida que se acerca el informe del IPC en EE.UU., el dólar estadounidense retrocede desde sus máximos de los últimos seis meses, lo que deja a los inversores al borde de sus asientos, reflexionando sobre el futuro de los tipos de interés. Mientras que septiembre parece un mes en el que una pausa en los tipos de interés está asegurada, la decisión de noviembre pende precariamente de un hilo, ya que la herramienta FedWatch de CME señala un 56,1% de probabilidades de que se produzca otra subida, lo que supone un aumento significativo respecto al 33,9% de hace tan sólo un mes. La razón de este repunte son los sólidos datos estadounidenses que dieron un golpe de efecto, remodelando el panorama financiero y avivando la incertidumbre.
Todas las miradas están puestas en los inminentes datos de inflación del miércoles, en los que se espera un aumento de la cifra interanual del 3,2% al 3,6%. Últimamente, a medida que los datos de EE.UU. se mantenían firmes, los rendimientos de los bonos del Tesoro se disparaban, como ilustra el aumento constante de los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. a 2 y 10 años durante el último año, lo que muestra un entorno de endurecimiento de la política monetaria. Pero, a pesar de la escalada de los rendimientos y de la fortaleza del dólar, el oro se mantiene como un centinela inquebrantable. El ETF SPDR Gold Shares fund (NYSE Arca: GLD) ha ofrecido una respetable rentabilidad del 5,17% en el último año, lo que da fe de su perdurable encanto de valor refugio, que acecha persistentemente en la mente de los inversores mientras navegan por este torbellino financiero.
Técnico
En el gráfico de 4 horas, la tendencia bajista tocó fondo a mediados de agosto, tras lo cual una tendencia alcista constante ha revertido parte de las pérdidas. Con la 25-SMA (línea verde) atravesando recientemente la 50-SMA (línea azul), el momentum a corto plazo se inclina al alza, pero la 200-SMA (línea naranja) aún se vislumbra más alta, lo que sugiere que los vendedores no están lejos.
La reciente ruptura del soporte dinámico del canal ascendente ha encontrado apoyo en el pivote diario de 178,34 dólares. Si el precio se mueve por debajo de este punto pivote, una corrección a más largo plazo podría ver una prueba del soporte en 177,65 dólares antes de llegar a 177,20 dólares (S2). En este nivel, podría confirmarse la sostenibilidad de la ruptura del canal, lo que abriría un camino hacia un soporte inferior en 175,78 dólares.
Sin embargo, los volúmenes han estado disminuyendo, lo que sugiere que la presión de venta podría estar disminuyendo, dejando la oportunidad de volver a probar el nivel de ruptura del canal en 179,32 dólares, el 50% del retroceso de Fibonacci desde el mínimo de mediados de agosto, que también está cerca de la resistencia en 179,49 dólares (R2). Si el precio se mueve por encima de este nivel, el Golden Ratio de Fibonacci en 180,36% podría entrar en juego a medida que el precio continúa subiendo hacia 180,99 dólares.
Resumen
A pesar del aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro y de la fortaleza del dólar, el oro se ha mantenido firme. El ETF SPDR Gold Shares fund podría reaccionar al informe de inflación de EE.UU. del miércoles, en el que un aumento de la inflación menor de lo esperado podría catalizar una afluencia de compradores, lo que podría impulsar el precio hasta 180,36 dólares. Sin embargo, si la inflación se mantiene estable, el terreno podría complicarse y la presión vendedora podría arrastrar el precio hacia los 177,20 dólares.
Fuentes: Koyfin, Tradingview, CME Group
